martes, 26 de agosto de 2014

El pueblo es el soberano

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Realmente no entendía esa tirria, esa animadversión que por parte de la izquierda, mas que por la derecha se tiene hacia Pablo Iglesias y movimiento asambleario Podemos, y no lo entendía dado que los mensajes que lanza esa formación son asumibles en mas de un noventa por cien por cualquiera de las formaciones de izquierdas, aun mas por los movimientos socialistas, pues al fin y a la postre el ultimo paso del socialismo es el mundo sin clases, la perfecta igualdad.
Puede ser que la idea de igualdad que defienden y la que tienen las élites de la izquierda choquen en el terreno político, y lo hagan debido a la discrepancia que hoy se da entre la ideología y la realidad diaria, la primera nos dice que se esta en política por la voluntad de servir al pueblo, de representarlos allá donde se defienden sus demandas, sus derechos y sus obligaciones, un trabajo digno, un trabajo que como otro cualquiera debe de ser remunerado, y es en ese terreno donde se choca con la realidad, con el vil metal, en la valoración del trabajo del político, un trabajo que solo se ve plasmado en las medidas que los equipos de gobierno toman para acercarse día a día un poco mas al estado del bienestar.
¿que ocurriría si a la señora Botella, Barbera o a la señora Diaz les dijeran que el sueldo que iban a percibir por su trabajo mensualmente seria de tres mil euros brutos?, y que las dietas y complementos deberían de ser aprobados anualmente por los ciudadanos, que son al fin y al cabo los empresarios que les pagan, con toda probabilidad las dos primeras renunciarían a su cargo la tercera se lo plantearía, incluso puede que lo aceptara, lo que sobra en la política hoy en día son ese tipo de políticos, cambian recortes de derechos del pueblo por un escaño en la Eurocamara o su comisariado, esos políticos son los que han hecho de la política un modus vivendi, unos políticos que han edificado un sistema que equipara al sector publico con el privado en los aspectos salariales, que pretenden que los ciudadanos les paguen no por el trabajo que desarrollan, no, deban de hacerlo por se ellos quienes son, ¿como van a cobrar menos sirviendo al pueblo que en sus negocios o trabajos?, eso es impensable para las élites de la derecha, y por supuesto para la mayoría de las élites de los partidos de izquierdas y ahí les duele, que el pueblo llegue ha cansarse y les despidan, la reforma electoral que persigue Rajoy es un intento desesperado de salvar los muebles de esa corrupta y egoísta clase política.
Lo dicho, no entendía y sigo sin entender como los partidos de izquierda son incapaces de volver a recoger las viejas recetas que les hicieron ser el referente que trajo la libertad y la democracia a la España dictatorial, que fue capaz de redactar en 1931 una de las mejores y mas completas Constituciones de su época, una Constitución en la que hasta los nacionalistas se veían representados, pues en su articulado se encuentran casi todos los postulados que hoy el pueblo esta demandando y que las izquierdas parecen estar ignorando, pese a que en sus declaraciones siempre digan a voz en pecho: el pueblo es el soberano.