Ya en la escuela nos enseñaban
las características del clima Mediterráneo y no es por
nada, pero esta es una lección, que los diferentes gobiernos
municipales, autonómico y nacionales no se la han aprendido,
eso si de al parecer solo tienen ojos para una ley urbanística
que ha permitido que se construyan edificios o industrias hasta los
barrancos y rieras , cualquier terreno inundable no era un manjar
para esos políticos corruptos padres y madres de la
especulación, de la burbuja inmobiliaria
Y
llega septiembre y octubre con su ya archiconocida gota fría
cosa que se esta volviendo, no sabemos si no sera un capricho del
primo de Rajoy o del cambio climático, avenidas y riadas por
lluvias torrenciales, son al parecer cosa normal, lo que ya no es
normal y al parecer es fruto de la ceguera económica del los
gobernantes, díganse alcaldes, presidentes de diputación,
consejeros o ministros de Medio Ambiente o de fomento es que no se
tomen las medidas correctoras necesarias para evitarlas, hagamos
memoria, que eso esta de moda, 1982 la Pantanda de Tous y como postre
la Rambla de las Ovejas inunda Alicante, 1987 el Júcar sin
Tous asola la Ribera Baixa, en Gandia de desbordan el Serpis y el
Beniopa, 1997, la ciudad de Alicante sufre una nueva riada, año
2000 el pantano de María Cristina se desborda, por suerte no
reventó, pues tenia un agujero.
Y
como no podia ser de otra manera en 2012 de nuevo los ríos en
riadas desbocadas asolan ya no solo nuestras comarcas y ciudades, si
no que ese fenómeno se traslada y copia en otras autonomías,
provincia y poblaciones donde al ansia inmobiliaria ha cegado a sus
dirigentes que ha realizado planes generales y actuaciones in tener
en cuenta donde se autorizaba la construcción y aun menos las
medidas de control sobre la evacuación de las avenidas
pluviales, tan solo se tenia en cuenta los ingresos por licencias de
construcción y otros beneficios.
Y
es que puede que nadie piense que a cada metro de tierra que al que
se le pone un impermeable de asfalto o cemento deja de absorber su
ración de agua de lluvia, y que esta va directamente a las
alcantarillas, y que los especuladores, los técnicos no han
tenido en cuenta el agua que deberá recoger el sistema, y así
cuando llueve las trapas de alcantarilla vuelan y el agua desbocada
fluye por ellas como pozos artesianos y como decían nuestros
mayores el agua siempre vuelve por sus viejos cauces y ahí
comienza la pesadilla y el desastre, ya no solo económico si
no que lamentablemente también es responsable de la muerte de
algunos ciudadanos, y yo me pregunto de quien es la responsabilidad
de esos hechos, ?de la imprevisible lluvia o de la nefasta gestión
se aquellos que debieran de llevar a cabo la obras necesarias para
que eso no ocurriera?, la impredecible naturaleza y no lo es, mas
bien es repetitiva, así pues solo cabe atribuir esos males a
la negligencia de aquellos que año tras año dilapidan
los dineros públicos en fiestas y saraos y no realizan la
obras necesarias para evitar que esto ocurra, como va siendo habitual
la única culpa es de los políticos de turno.