La sangre roja y el corazón a la izquierda.

Y las izquierdas callan, y yo quisiera que ese silencio fuera por vergüenza que no por miedo, pero mucho me temo que es mas lo segundo que lo primero, miedo a perder su escaño, su modus vivendi, diputados incapaces de defender al pueblo, pues al pueblo no solo se le defiende en las Cortes,no, y aun menos en unas Cortes neo franquistas, donde la mayoría absoluta de la intolerante derecha campa como un elefante en una cristalería, destrozando a diestro y siniestro el estado del bienestar y los derechos del pueblo, una mayoría absoluta hija del acuerdo entre los fascistas de Alianza Popular y unos dirigentes que se decían de izquierdas pero que en su egoísmo, mas bien en su ignorancia creyeron que una vibora no era una serpiente venenosa, y que podrían convertir a la plurinacional España en una bipartidista España, y aquellos polvos trajeron estos lodos, lodos que son alambres de espinos que convierten a los barrios obreros en campos de concentración, y hoy el pueblo no solo pide la cabeza de los peperos, no que ha puesto a todos los diputados dentro del mismo cieno, dentro del mismo saco, y aun así al parecer algunas izquierdas siguen en su eterno cielo, sin enterarse de la ruina del pueblo,unas izquierdas que de tener valor, ética y pudor no volverían al Congreso, no,al contrario ocuparían su plaza detrás de las pancartas, detrás de la barricada si llegase el caso por defender al pueblo, que son los representantes los que deben ir delante, ir los primeros, para impedir desde la calle que Rajoy, su gobierno y el PP arruine España que deje sin futuro a los hijos del pueblo obrero.