Y hoy el socialismo, el
verdadero socialismo sigue huérfano, pues ni la honradez, ni
el talento, ni ninguna otra cualidad es suficiente cuando el alma del
líder tan solo se conforma con ser reformista y olvida su
sagrada misión la transformación del estado, pues para
ello se necesita audacia y genio revolucionario, pues solo así
se pueden resolver los problemas de la clase trabajadora, y no como
hasta ahora que ninguna de las cuestiones han sido resueltas, que los
recortes siguen fulminando los derechos conquistados en las calles,
en la revueltas, tras las barricadas, derechos que han costado ríos
de sangre, que parece olvidada por aquellos que dicen ser herederos
de aquellos otros que los concedieron, no, nadie nos dio nada que se
ganaron codo con codo con aquellos que hoy dicen sus herederos que
están desfasados, y yo digo no hay peor heredero que aquel que
en vez de acrecentar su herencia, la que le corresponde la dilapida,
y esa es la social democracia que esta dilapidando a manos llenas la
herencia del socialismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario