Después
del cierre en falso de la cuestión autonómica en la
Constitución del 78 y como consecuencia inmediata de las
políticas neo centralistas de los gobiernos posteriores,
incapaces por no decir contrarios a una vertebración federal
de España, la falta de una verdadera descentralización
junto con la crisis económica que ahonda las diferencias socio
económicas territoriales, han elevado el ansia
independentista de aquellos ciudadanos que se sienten ninguneados en
su derechos.
Hablar de
federalismo sin hablar de republicanismo es lo mismo que hablar del
estado del bienestar sin hablar del socialismo, pues solo la
república encontró la forma de encajar las aspiraciones
de auto gobierno de las diversas naciones que conforman el estado
español , ese casi eterno olvido de los socialdemócratas
españoles ha llevado a radicalizar los sentimientos
identitarios de los ciudadanos de la llamada periferia,
radicalización que ha cuajado y aumenta exponencial mente
gracias a las políticas centralista y absolutistas del PP
Y la
llamada tercera vía se ha convertido en una nueva vía,
dejando claramente definida que la única vía de
solución posible al desafió soberanista, del poder
entroncar sus aspiraciones sociales y económicas dentro del
estado español es la convocatoria de un referéndum
sobre el modelo de estado en el que quieren vivir los españoles,
sobre todo aquellos que no pudieron votar en 1978, y como resultado
del referéndum convocar elecciones a cortes constituyentes,
cortes que deberán de elaborar que no reformar una nueva
Constitución dándole forma a ese modelo de estado que
se ha otorgado los españoles.
Cuanto
mas se tarde en convocar ese referéndum y el proceso
constitucional posterior mas se radicalizaran las posturas en uno y
otro sentido, pues es la tozudez y el empecinamiento de esa casta
jacobina de políticos españoles y españolistas
la que hace el papel de catalizador transformando las moderadas
posturas que apuestan por un auto gobierno federal y republicano, en
posturas independentistas radicales, la cerrazón de los
políticos y su afición a poner parches a las ruedas va
ha hacer a no tardar la que la rueda de la convivencia reviente,
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