domingo, 28 de octubre de 2012

Cambiar : una utopía.




Cada día veo como las cifras del paro cabalgan como corceles desbocados, como se destruyen miles de puestos de trabajo, casi son ya seis millones de parados, como la derecha, los financieros, los especuladores y explotadores atacan las bases de los derechos de los trabajadores, recortando y derogando sin ton ni son, lo que esta provocando una verdadera crispación social al agrandar la brecha que separa pobres y ricos, donde los ricos cada día son mas ricos y los pobres cada día son mas y mas pobres, nosotros, los socialistas, aquellos que debiéramos ser los garantes de su bienestar no hemos recuperado ni un ápice de nuestra influencia, todo lo contrario como se ha visto en Galicia y el País Vasco ha disminuido, ese gran partido de antaño, aquel que Pablo Iglesias fundara casi se diría que ha sido reducido a un caricatura del mismo, y nadie, nadie asume la responsabilidad del hecho, y así se vacían las urnas de votos y las Casas del Pueblo de militantes, si, vamos caminos de ser reducidos a la impotencia total, si, desde las cúpulas dirigentes, sabios y asesores se han limitado a mantenerse a lo largo de décadas, han replegado al partido sobre mismo, si hemos abandonado la vanguardia, la cabeza de la clase obrera, ya solo cabe una salida refundarse o morir, pero al contrario de lo que esos dirigentes anuncian, ese banquillo del que hablan, ese continuismo dedocratico donde jóvenes de 40 años ocuparan los cargo, se impone otra refundación no basada en delfines, no, no son solo las personas las que deben cambiar, si no la ideología, y para nuestro mal esos delfines, esos hoy apadrinados tienen los mismo pecados que los padrinos, y así de nuevo asistiremos al cambio del no cambio, al todo sigue igual.

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