miércoles, 26 de junio de 2013

Amas de Casa.




Fue en la década de los años 70 cuando mujeres progresistas empezaron a tomar conciencia de su falta de derechos, de su papel de sumisión a la que estaban condenadas por la Iglesia y la dictadura franquista, una situación angustiosa a la que no se podían oponer, que las relegaba al simple papel de madres y esposa, esclavas del hogar, y aun peor a la incultura a la gran mayoría de ellas, pues pasaban del sector del trabajo manual al trabajo en el hogar.
Si en ese ambiente nacieron las primeras asociaciones de mujeres, las asociaciones de las amas de casa, asociaciones que se legalizaron a la caída de la dictadura, esos incipientes grupos se lanzaron a la aventura, persiguiendo que los derechos de las mujeres fueran equiparados a los del hombre, buscando su consecución a través de la participación de la mujer en la vida publica y no solo como meras administrativas de la economía familiar, intentando liberarlas de esa condena que desde siempre había supuesto el hogar.
Los hombres, aunque no todos asistimos expectantes a ese nacimiento, esperando que las mujeres como iguales a los hombres acometieran su lucha, una lucha que parece haber pasado al olvido o haber sido relegada a un segundo termino, pues las asociaciones de amas de casa se han convertido de la mano de las mujeres conservadoras en simples reuniones como las que mantenían las damas del XIX en sus salones de te, ellas solas, reuniones carentes la presencia de hombres, mientras las empleadas del hogar realizaban sus tareas,.
Ese el tipo de asociaciones en que se han convertido muchas de ellas, han perdido sus objetivos de lucha por la igualdad, se han cerrado a la sociedad, cuando debieran se ser unas asociaciones con sus puertas abiertas a todas la mujeres amas de casa o no, a las jóvenes futuras amas de casa, e incluso a los hombres, y sustituir esas reuniones de pastas y te por una participación activa en todos los aspectos de la vida social, desde el campo de la política al cultural, para conseguir que las leyes no sean como la derecha pretende, un recorte de sus derechos como mujeres, como son el derecho a ser dueñas de su propio cuerpo, el derecho a la maternidad libre, a ser o no ser madres, y el derecho mas fundamental el derecho a la igualdad en el terreno laboral, económico y social con el hombre.
Si, el nacimiento de las asociaciones de las mas de casa fue un sueño de libertad, un sueño que las mismas mujeres en algunos pueblos y ciudades, con su conservadurismo están impidiendo que se conviertan en una realidad

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