martes, 4 de junio de 2013

Me queda la esperanza

Y delante de todos aquellos que veían en la izquierda socialista el camino, la senda, el cauce por el cual la historia pondría en su lugar a aquellos que asesinaron sin piedad a una joven República y a sus defensores, si que creían en ellos, en su ideal de libertad, igualdad y fraternidad, hoy yo como socialista me veo desnudo, sin nada que poder ofertar a aquellos que día a día se alejan desencantados de nosotros, de nuestras Casas del Pueblo cada día mas vacías y desconsoladas, me veo desnudo y vacío ante todos aquellos que con el triunfo de socialismo creyeron llegado el momento de la instauración del verdadero estado socialista, todos aquellos incluso nosotros decimos ya no a escondidas, no, si no alto y claro “No, no era este el socialismo que pregonábamos”.
Y siendo así cuando me junto con los jóvenes que me miran como un bicho raro, alguien que los ha traicionado, alguien que ha dejado de luchar y se conforma con las migajas de la oposición, con no hacer nada, recuerdo las palabras de aquellos otros que dejaron su vida a lo largo de una larga lucha, de un largo exilio, si, recuerdo como para ellos aquella República, aquel Frente Popular, aquellos gobiernos y sus programas eran algo mas que mentiras sobre los papeles, frases grandilocuentes, proyectos irrealizables, para ellos eran verdaderos proyectos de vida, de futuro, eso es lo que perdimos en el camino del simple reformismo que representa esa social democracia, el socialismo burgués alemán, el socialismo de los eternos cuadros dirigentes el socialismo que ha prescindido del pueblo, pero siempre conservo la esperanza de volver a revivir el socialismo revolucionario, el utópico, y es que aquello que se pierde en el camino siempre puede ser encontrado por un caminante.

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