Hay que salvar los bancos, ¿porque?

No, no se deben de salvar esas entidades financieras que por ende son las culpables de la actual crisis, no, no se deben de dar dineros públicos, de todos para que sus administradores y accionistas hagan su agosto particular tal y como esta ocurriendo, esas dádivas no mejoran el sector, no revierten en la concesión de prestamos para reactivar la economía, al contrario se endurecen las condiciones de los mismos y se suben los intereses, mas paro, ese dinero publico se esta convirtiendo en un mal que acabara desquiciando a la sociedad, que hará que los ciudadanos no solo dejen de confiar en las clases políticas, si no lo que es peor se subirán al barco de la intolerancia y la xenofobia de los partidos de derechas.

Y resulta muy sencillo acabar con ese problema financiero, tan sencillo que los políticos lo desprecian, basta una simple reforma del sector financiero, tan sencilla como dividir el mismo en dos mitades, bancos y cajas de ahorro por un lado y sociedades financieras por otro.

Un banco o una entidad bancaria es aquella que nace de la unión de unos capitales para destinarlos a prestamos tanto a sociedades como a ciudadanos individuales, cobrando un interés por dicho préstamo, de igual forma admite los capitales ahorrados por sus clientes a los que les dará un interés por los mismo, de igual forma actuara como cobrador y pagador de los recibos que se domicilien, pero nada mas, ojo, ni una operación mas.

Esas otras actividades que hoy tiene los bancos serán asumidas por las entidades financieras independientes, formadas por los capitales de aquellos que quieran destinarlos a la inversión, al juego en bolsa, a las compras de deudas estatales, etc, es decir a la pura especulación, y tanto si ganan como si pierden el problema sera suyo, sera solo su dinero el que se volatilice y el estado no tendrá porque poner un euro para su salvación.

Sencillo, pequeñas acciones de grandes resultados, se termino el problema financiero y la actual extorsión a laque esos financieros están sometiendo a los gobiernos, como en el caso de España,