No es el debate sobre quien deberá dirigir la federación de partidos socialistas PSOE en estos próximos años lo que va cambiar el ambiente de desconfianza que ha minado los corazones de la clase obrera española, no, y no lo hará porque de nuevo los ciudadanos ven con asombro redoblado que a los políticos socialistas le preocupan mas sus puestos en la organización que la defensa de la democracia y los derechos sociales, dado que andan enzarzados en discusiones bizantinas sobre un cambio que no es tal cambio, no lo es porque no se cambian las reglas en la democracia interna del partido, no son los militantes los que eligen a sus lideres de una forma directa, no son sus militantes los que modifican y aprueban los nuevos estatutos y programas, sus enmiendas son trituradas por grupos de delegados, afines a uno u otro sector, que no corriente ideológica, pues ningún candidato actual ha hablado de ello.
Pero en todo esto no conviene perder el principal problema con el que se enfrentan, el complot de los profesionales de la política que ahora viven de y forma el organigrama del partido junto con todos aquellos llamados progresistas que son su corte, si, un complot contra las mismas bases socialistas que de nuevo se ven burladas en sus derechos, nada ha evolucionado dentro del ejecutivo federal, ni dentro de su comité, pues todos ellos ya maniobran en un sentido u en otro con tal de salir en la foto, con tal de seguir manteniendo su forma de vida, esto es lo que en realidad es la social democracia, un aparato donde ciertos militantes se convierten por así decirlo en simples administrativos, funcionarios, a los que al final la ideología y quien dirija el partido no les trae preocupación alguna, ellos seguirán ahí enquistados, son esos elementos los que corroen el socialismo, puras bombas de relojería dentro del aparato.
Mientras este tipo de organización no salte en pedazos por el aire, no habrá cambio posible, el objetivo de ese cambio no es simplemente ganar unas elecciones, no, es ganar el estado de bienestar para todos los españoles, garantizar su derechos y libertades, implantar un sistema economico social de corte socialista, casi se diría que revolucionario, un regreso a las políticas de izquierdas que lo garantice, pero este no es el camino que tiene emprendido el PSOE, por ello muchos militantes y casi todos los ciudadanos se preguntan ?Quo Vadis PSOE?
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