Deshojar la margarita.

Una estrategia de centro izquierda, que es lo mismo que decir de semiderecha esta reñida desde su inicio con todos los postulados de aquel ya a lo visto trasnochado socialismo que nos enseñaron esos que siempre andan en boca de los socialdemócratas, pero solo sus nombres no sus programas, Pablo Iglesias y Largo Caballero.

Este a lo visto incomprensible olvido,de igual forma que se ha olvidado entonar la internacional puño cerrado y en alto a la finalización de las asambleas,se debe ni mas ni menos a esos famosos sanedrines de sabios e incluso expertos yanquis que se han aupado a la espalda del socialismo como si de parásitos se tratara acompañando a un mal entendido progresismo al que algunos llama centro izquierda.

Perder la ideología y sus proyectos es como perder un barco su timón en medio de una marejada acabara estrellándose contra el arrecife, en el caso del socialismo ya se ha producido el primer choque el pasado 22-M, y de querer seguir por la misma ruta lo único que se conseguirá el fracaso mas rotundo, que no importaría mucho si con el no arrastrara a los derechos y libertades conseguidos por la clase obrera en años de lucha contra la caciquil derecha.

Por contra aquel socialismo que supo unir la confianza de los trabajadores con la confianza en Pablo Iglesias, y todo fruto se su honradez y la claridad de sus propósitos y propuestas, ahora como otras parecidas yace bajo los escombros del muro de Berlín, y la clase obrera abandonada por aquellos que debían de defenderla aguantan sobre sus hombros la pesada carga de una crisis de la que son inocentes, siguen peleando casi perdida la fe y la confianza contra esa pandemia ultra liberal y mercantilista que boga entre los actuales políticos, cuyos caminos divergen del interés del pueblo.

Los ciudadanos perciben que los políticos actuales a diferencia de los de antaño tan solo piensan mas en sus negocios, en su bienestar, y no en el beneficio del pueblo, del estado, la corrupción como la peste inunda la administración y pese a ello los lideres se la derecha no dejan de prestarles su apoyo publico, verdaderas bofetadas en la cara del pueblo y aun los progresistas tienden puentes de colaboración con ellos, quizá a la búsqueda bien del poder, bien de pasar cuatro años en una cómoda oposición y sin hacer nada.

Negras tormentas se anuncian por el horizonte, el desengañado pueblo grita en las calles que los diputados ya no son los diputados del pueblo, la desconfianza vaga por las salas, la demagogia se a asentado en las tribunas del Congreso, diputados y pueblo andan en planetas distintos, cada día mas lejanos, el contrato social ha sido roto,y ese pueblo tiene muy claro y sabe muy bien quienes son en verdad los que pueden sacarle de la crisis, se hizo ya,solo hace falta que aquellas propuestas de la olvidada izquierda sean aplicadas.