Se han despertado los viejos odios.

La incertidumbre va haciendo mella en los ciudadanos de a pie, muchos de los cuales al salir el sol se preguntan si ese sera el ultimo día en su puesto de trabajo, aun mas allá esos casi jubilados tiemblan ante unas irresponsables declaraciones, y es que la crisis, ya no es crisis es una verdadera catástrofe, todos los pilares económicos del ultra liberalismo se ha descubierto que eran falsos, aunque no del todo pues su substancia a servido para engordar a esa clase de carroñeros que se esconden en el mundo financiero.

Esa crisis, esa debacle económica, ese paro galopante esta haciendo que el régimen político de la democracia, de la pluralidad de pensamientos se tambalee como golpeado por un terremoto, un seísmo que las condiciones socieconomicas, ese llamado estado del bienestar deje paso a la desconfianza del pueblo, la perdida del poder adquisitivo de las familias, el colapso de las clases medias asustadizas que dejan de consumir, la quiebra de los sectores tradicionales, la agricultura, todo ello va haciendo mella, abriendo una pequeña grieta entre las diferentes clases sociales, una grieta que si no se ataja lleva el camino de convertirse de nuevo en un abismo, de nuevo esas tan nombradas dos Españas.

Los diferentes comentarios y declaraciones de ciertos empresarios, jeraquias eclesiásticas y políticos son mazazos contra la democracia, una democracia en la que no creen, nunca han creído en ella, y recurren a todo con tal de recuperar el terreno perdido ante las libertades y derechos sociales conseguidos por el pueblo, desean simplemente conquistar, reconquistar el poder, ese que la democracia parlamentaria les ha robado, no dudando en cargar sobre el adversario la pesada cruz de las perdidas, de la misma forma que no dejan de criticar y mostrar cierto desprecio a las instituciones del Estado.

Sigo mirando anonadado como no se sabe muy bien se ha producido un debilitamiento en bloque progresistas que afianzaba la fortaleza del régimen democrático, es un fenómeno raro, pues ese grupo que propugnaban los cambios de dirección necesarios con una política social, de izquierdas, pluripartidista y progresista, se han estancado, como si ese terror que viven ciertos sectores financieros y sus directivos se les hubiese contagiado, casi se diría que no tiene control sobre las políticas a aplicar.

Y así ese espíritu antidemocratico que alienta y se esconde en las formaciones de derechas va aflorando poco a poco, abriéndose camino pese a cierta falta de talla de algunos de sus lideres y los escándalos políticos y de corrupción que se dan en sus filas, la cultura del pelotazo parece haber calado junto cpn la xenofobia ya no solo en la juventud,si no en todos los estratos sociales, en Europa se estan despertando los viejos fantasmas de los cuatro jinetes.