martes, 12 de abril de 2011

Un 14 de abril, nació la libertad.

Ese fue el día elegido por el pueblo español para romper las cadenas y el yugo que pesaba sobre sus espaldas, eligió la libertad, y proclamo la República, abolió siglos de absolutismo , algo que una minoría nunca les perdono, que aun ahora no ha perdonado, instalados en su intolerancia y en su cerrazón fueron y son los responsable de la crispación y enfrentamiento entre españoles.
Es un total anacronismo hoy en día el proclamar que todos los hombres son iguales, que el pueblo es el soberano y mantener un configuración del estado que se sustenta en la figura de un rey, por muy constitucional que parezca, la edad media hace siglos que termino, aun mas desde 1797 la igualdad, la libertad y la solidaridad velan por los derechos del pueblo.
Si, un 14 de abril se abrieron las esperanzas de un estado, de muchos pueblos, de todas esas naciones que componen el estado español, al final se hacia justicia, se reponían los derechos arrebatados por la fuerza de las armas, se ponía la primera piedra que sustentaría la igualdad de tierras y gentes, una igualdad que poderosos y jerarcas eclesiásticos odiaban, incluso hoy al parecer por sus declaraciones y hechos siguen odiando, en su intransigencia solo late el viejo rencor hijo de un absolutismo mesetario, solo son ellos, y nadie mas que ellos los que tienen el derecho de ostentar el poder.
Y así todo aquel frenesí, toda aquella grandeza, fue abatida un 1 de abril, triste augurio y anuncio de una época de oscurantismo,miedo, sangre y llanto de los mas humildes, la intolerancia aplasto la libertad, la sistemática persecución de aquellos que defendieron la libertad y el orden constitucional se convirtieron en la piedra angular, en la causa primera de los intolerantes, culpables de una guerra, instructores y jueces de un genocidio.
Un nuevo 14 de abril, el pueblo español sigue en la encrucijada,los jueces ocupan los banquillos y los reos imparten justicia, muestra de que nuevo la intolerancia vuelve a clavar un puñal a la democracia, los viejos fantasmas revolotean como si quisieran acabar la tarea, aquella que pese a todo estar atado y bien atado ha quedado inconclusa. volver atrás, sin percatarse que repiten los mismos errores que se cometieron, que no es posible arrojar un millón de españoles al mar como pregonaba Gavinet, la actual Constitución continua inacabada, a su sombra reptan aquellos sustituyen la lógica y la razón por su fanatismo, que les inhabilita al perder la equitatividad, solo el pueblo es juez y soberano, solo a él le es permitido trazar el camino y modelar su historia tal como hiciera aquel lejano 14 de abril, solo cabe la esperanza de que pronto se repita..

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