miércoles, 17 de agosto de 2011

¡Hay que recortar!, mi sueño.




No creo que ocurriera nada si mañana mismo se dejara en la mitad el numero de diputados y senadores, al menos nada extraordinario, eso si también se reducirían a la mitad el numero de satélites que cada senador y diputado llevan tras de si.
Puestos a recortar, también podemos recortar el numero de diputados en los parlamentos autonómicos, los concejales en los ayuntamientos y hacemos desaparecer las diputaciones.
Y recortando, recortando se fijan por ley los sueldos a percibir por senadores, diputados, alcaldes,concejales, y todos aquellos que son cargos de designación, y por supuesto todos aquellos de los directivos de las empresas publicas.
Pues es una cosa lógica que a igual trabajo igual salario, es decir un diputado en las Cortes Generales realiza idéntico trabajo que un diputado en las autonómicas, el alcalde de Madrid tiene la misma responsabilidad que el alcalde de la mas pequeña aldea, otra cosa serán los gastos de representación, que por supuesto no los cobrara el susodicho alcalde, si no que serán pagados directamente por tesorería previa aprobación por el pleno del dispendio a realizar.
Y recortado, recortando como aquel que no quería hacerlo hemos dejado el déficit a la mitad.


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