sábado, 27 de agosto de 2011

No, España es una Nación Soberana


En tanto en cuanto esa Europa de los mercaderes y financieros solo han contado con la desleída, cómoda y servil oposición de gobiernos reformistas, simples progresistas, pequeño burgueses, socialdemócratas o los liberales la paz social entre las clases parecía estar asegurada,como en un partido de tenis se tenia aburrido al pueblo con el peloteo, pero primero con las revueltas sociales en Grecia, en Paris, en Londes y por supuesto con la aparición de ese movimiento del 15-M, a ese equilibrio parece que le ha salido un sarpullido, como si una MANO NEGRA, si esa famosa y conocida por las tierras de los señoritos andaluces, la quisiera romperla, hacerla saltar en mil pedazos, como respuesta a las draconianas medidas que los gobiernos vienen “obligados” , se obligan ellos solitos, a tomar, con la rebuscada escusa de pagar la deuda, pero que en el fondo solo sirve para salvar al sector capitalista, al sector especulador y al sector financiero.
En España el gobierno socialdemócrata, que no todos los socialistas, ni siquiera el candidato socialista Rubalcaba, junto con la oposición nacionalista de derechas, incluso la casi ultraderecha, el PP, quieren a lo visto vendernos como vulgarmente se dice “·la burra” o al menos así parece de acuerdo sobre lo esencial, sobre que medidas se debían de tomar y sobre que clases sociales se debian de hacer recaer, asegurándose unos y otros una gobernanza y una oposición sin sobresaltos.
Mas todo evoluciona, todo cambia y la aparición del movimiento 15-M ha marcado un nuevo hito, una ruptura con el modus vivendi, con la connivencia de los políticos, y es que la dentro de la clase obrera se ha producido una división a todas luces indeseada por algunos de los lideres de los grandes partidos, los trabajadores privilegiados, aquellos que gozan de trabajo fijo o casi fijo y aquellos otros que día a día ven menoscabados sus derechos laborales, menguadas las condiciones de contratación y abocados al paro intermitente, y son estos últimos los que están cansados de promesas, que ya no confían en la actual clase política, que exigen y lo harán cada día con mas fuerza verdaderas reforma estructurales, tanto laborales como fiscales.
Ante esta serie de reivindicaciones los partidos políticos pueden tomar dos posturas, bien encerrarse en el conservadurismo, tal como ha hecho el PP de Rajoy y el Gobierno de Zapatero y la señora Salgado, lo que a todas lueces traerá aparejado un incremento de la inestabilidad social o bien un aperturismo y apuesta decidida hacia medidas transformadoras y reformistas en profundidad del actual sistema político, como parecen apuntar todas las propuestas que esta realizado el Candidato socialista a las elecciones y su equipo, lo que con toda seguridad reforzaría la confianza de los ciudadanos en la democracia y en la clase política, al imponer la condición sine qua non de que España es una nación soberana, que no cree en la Europa de los mercaderes y que ella apuesta por la Europa Social, la Europa de los Pueblos.

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