LAS REFORMAS PENDIENTES.

Es tiempo de que los socialistas se dejen de medias tintas, de foros, ponencias, grandes conferencias políticas, y bajen a la arena de las propuestas concretas, de decir si o no se van ha realizar esas reformas que en España llevan pendientes mas de cien años.

De decir si por fin se van a atrever a recobrar, adecuar y poner en marcha la reforma agraria que por un lado fue boicoteada por los caciques de turno, antepasados de los actuales e impedido su desarrollo por la violencia de una sublevación militar.

Decir si se va a realizar una verdadera reforma de la Administración laboral que sea capaz de meter en vereda a esos empresarios que aprovechando la aguda crisis extorsionan al trabajador, e incluso fomentan el trabajo sumergido, fuente de las ingentes cantidades de dinero negro que causa un grave perjuicio no solo al fisco, si no a todo el estado del bienestar.

Decir cuando el Ministerio de Trabajo va a articular unas leyes que posibiliten al gobierno a intervenir las empresas en periodos de crisis para racionalizar la oferta y la demanda, con el fin de garantizar todos los puestos de trabajo existentes.

Decir cuando se va a reformar la Constitución, para adecuarla a los cambios habidos, para que le de cabida a la verdadera igualdad con la derogación de la ley Sálica, el modelo de estado y la organización territorial.

Decir cuando se va a reformar una ley electoral a todas vista injusta, que es casi pseudodemocratica

Decir cuando se van a reformar las administraciones publicas con vistas a una racionalización de los recursos, y de los sueldos que se ponen sin vergüenza los políticos, sueldo que debían de estar promulgados por ley.

Tantas cosas por decir y debatir, y se pierde el tiempo miserablemente hablando de los viejos tópicos de siempre, incluyendo a Bildu y ETA, ni los unos ni los otros existan o desaparezcan van a suponer una ayuda para salir de la crisis, los socialistas deben de dejar de lado los populismos, la demagogia, el recordatorio de todo lo que se ha hecho, eso es pasado, lo que quiere el pueblo es tener presente y futuro, y eso solo se puede lograr a través de una decena de reformas concretas, solo eso es lo que espera el pueblo, y no sonrisas, debates y falsas promesas, de no hacerlo así en noviembre muchos ciudadanos de izquierda, pese a saber que la derecha no tiene corazón, se quedaran en casa desalentados, desesperanzados y no acudirán a votar.