lunes, 12 de diciembre de 2011

EN LA RENUNCIA NO EXISTE EL CAMBIO.




Puede ser que el antiguo talante de los dirigentes de los partidos de izquierda, del socialismo no fuera el correcto, quizá demasiado revolucionario, demasiado violento, pero todo lo contrario del actual que incluso llega a veces a pecar de anodino, y que se ha contagiado a la militancia del partido socialista, con unas estructuras propias y definidas, unas estructuras heredadas hijas de su tradición histórica, mas al parecer toda esa época debía de ser y ha sido barrida, se ha desmantelado y desangelado todo lo anterior, el socialismo ha dejado paso al progresismo.
Hasta el mismo talante de los posibles lideres socialistas parece haber cambiado, incluso diría yo, que raya en lo impersonal, que ven en todos los demás potenciales rivales, que pretenden poner palos a su opción, como si para tener la paz se necesitara siempre estar en guerra preventiva, una guerra que solo genera victimas y división.
Lo que ya raya en lo increíble es que al parecer todos los llamados progresistas lo aceptan, mientras la voz de la militancia es silenciada y la responsabilidad colectiva parece haberse diluido como un azucarillo en agua caliente, como si el ejercicio de esa responsabilidad hubiera sucumbido ante la certeza de sentirse prescindible, sentirse menos que nada, disgregados, separados.
El calor que emanaba en esas estructuras medias, como asamblearias, esas que unían y servían de nexo y comunicación entre los pueblos próximos, se ha extinguido, ahora solo el frió vacío planea sobre esas salas, las casas del pueblo antaño repletas de roja vida, ha sido sustituida por la soledad del coordinadores, delegados,cargos electos, menudencias del poder, profesionales de la política, la riqueza de los debates robada y encerrada en el olvido, ya solo es simple electoralismo, marketing televisivo, capas de maquillaje y encuestas que han sustituido a lo único importante, la voluntad del pueblo, de los militantes de base del socialismo.
Parece ya no importar ganar la confianza del pueblo, esa confianza que era el sostén del estado de bienestar, del estado socialista utópico, ni tan siquiera la fe de los trabajadores importa, ahora todo se basa en horas de máxima audiencia televisiva, buenos asesores de imagen, proclamando a los cuatro vientos la consecución de una metas, de unas pseudo realidades que nadie en lo absoluto llegaran a ver y aun menos a creer,
Una deriva hacia el centro del torbellino, a la búsqueda del inexistente vellocino de oro, del poder, han sido y son la causa ultima de la perdida del gobierno sufrida por los socialistas, tal como la Armada Invencible,no han sido los adversarios la causa de la derrota, fueron y han sido los elementos, el mimetismo del camaleón que quiso adoptar el ropaje de esa zona gris, sin personalidad, el centro,perdiendo el color propio, el rojo. alguien lo dijo ya, el centro es un largo camino con todas las puerta a la derecha, algo que esta dejando ciego y sin futuro a esa llamada nueva izquierda, esa que mama de las fuentes del socialismo de Pablo Iglesias y Largo Caballero.

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