Con toda claridad queda demostrado al minuto siguiente del cierre de las urnas que la derrota que se ha sufrido por parte de los partidos políticos va ha quedar huérfana, primero se queda sin padre, pues los lideres derrotados mas que correr, galopan a la búsqueda de las explicaciones a dar sobre el evento y a quien endosarle la paternidad del mismo, pero seguidamente también se queda sin tíos, esas comisiones, comunas de sabios devanados los pelos y sesos, van de un lado a otro como beodos, marineros mareados en una galerna.
Esta claro que en su alucinante estado, siempre encuentran la solución, el culpable es el pueblo, no ha sabido apreciar el esfuerzo realizado, no ha comprendido sus mensajes, puede que no lo hallan hecho pues en justicia las mas de las veces le melagomania de los sabios, sus opiniones difieren como el día y la noche con las apreciaciones del vulgo.
Mas recuerdo que alguien dejo escrito que el pueblo nunca se equivoca, se le engaña si, aun a sabiendo lo que quiere, fia en esos lobos disfrazados de corderos, lo hace porque las modelicas y civilizadas izquierdas quieren, al final solo percibe la mitade de una verdad no por mas conocida menos temida, que gobierne quien gobierne a la luz del progresismo burgues o la intolerante derecha, sera su ya sobrecargada espalda la que soporte el esfuerzo para salir de la crisis, así ha sido a lo largo de los siglos, salvo en contadas excepciones que han sido sofocadas con la represion y la sangre de aquellos que crelleron en la libertad, la iguialdad y la soidaridad, y así parece que va a seguir unos cuantos años mas.
Desde la calle la clase trabajadora solo percibe que añ parecer nada ha cambiado en los gobiernos, que los profesionales de la politica son simples títeres, marionetas que otros ocultos , disimulados, desde las sombras mueven los hilos, esos profesionales son tristes pinochos que no han sido capaces de librarse del yugo de oro, esa pesada cadena que pende de la argolla de sus cuellos, esclavos que jamas comprendieron a Espartaco, que incluso condenaron su intento de ser hombre, de ser libre, de ser igual, si lo hubiesen intentado al menos puede que la derrota no seria tan amarga, que incluso no doleria ser uno mas de los crucificados en el camino de Roma, hubieran copntado con la hoy perdida confianza del pueblo.
Puede que como el pueblo griego, el pueblo español, confiado pueblo en las mentiras comience a despertar,lo hara no solo a base de golpes contra sus derechos, si no cuando mire a la cara y a los ojos de esos políticos camaleonicos, que se adaptan como guantes de seda al medio, que tanto en la victoria como incluso en la derrota medran, perviven, lo hara si a ese gallo negro que ha abierto sus alas le responde ese otro hoy callado, en silencio, casi se diria que desaparecido gallo rojo, aletea de nuevo, permuta su desteñido color, recobra su rojo pumaje, tiene por delante una muy larga calma chicha, a la que se enfrenta con sus velas deshilachadas, esperando que como a los naufrados perdidos en mitad del oceano, los embates de las olas, las corrientes les lleven de nuevo al rumbo perdido.
Si, la derrota es huérfana de padre, aunque es hermana de la victoria, gemelas ambas hijas de la misma madre la voluntad popular, voluntad que día a día ve como languidece la democracia, enferma y postrada por pactos antinatura, seguidismos vanos, silencios cómplices, corrupción, una comezón que ya comienza irritar las conciencias, los ciudadanos ven como su vida, sus derechos van siendo devorados por una negra tormenta política y financiera,ya en la calle resuena una pregunta ¿hasta donde se puede estrujar a un pueblo, a los más en beneficio de los menos? ¿cuanto tiempo puede estar mudo ese pequeño gallo rojo? ¿cual sera la mano que le de la libertad?
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