Pese a mi edad, incluso la experiencia de los años, al verla, al mirar sus ojos, de soslayo, como el que no mira, viendo en ellos reflejada esa soledad que se reviste de fiesta y bullicio, me reconvertí en aquel joven de catorce años, estudiante, verde e ignorante en las lides del amor, y tomando un folio como entonces, me zambullí a la búsqueda del perfecto mensaje, del poema que pudiera dibujarte, mas al acércame a ti, al sentir tu presencia, como decirte que de nuevo el miedo cubriome con el eterno disfraz, y no fui yo,después de tomar tus manos, sentir tus labios sobre mis mejillas grite aunque nadie pudo oírme. que eso, eso no era suficiente, el ansia se despertó embravecida como un torrente de montaña, cataratas de vírgenes emociones me condujeron al extremo del mar, donde sus aguas quieren abrazarse a los cielos, tal como yo pensé abrazarte por un momento, mas ¡que abismo media entre las estrellas y el suelo!.
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