jueves, 10 de marzo de 2011

CALUMNIA QUE ALGO QUEDA.

Cuando se da un posible cambio coyuntural en la vida política de un país, de un pueblo, por unos nuevos ciudadanos, por un nuevo partido que remueva de sus sillones, de sus cómodos trabajos a esos que los han conseguido gracias a estar en el sitio adecuado, en el momento adecuado y haber votado lo convenido, es del todo lógico que cuando alguno de oponentes políticos en el uso de su libertad de opinión y expresión hagan declaraciones, a falta de razonamientos se salten la linea roja, la principal regla de la democracia, la dialéctica, el intercambio de programas, propuestas, mensajes, entrando en el carácter personal, en la hipócrita calumnia, en ese momento se empieza a gestar el germen de la intolerancia tanto política como social.
Es justo en ese momento cuando ciertos ciudadanos políticos no dejan de considerar al contrario a su pensamiento, como un igual pero de signo contrario, e intentan por todos los medio imaginables convertirlo en el enemigo de la nación, del País, del pueblo, incluso enemigo de sus valores y señas de identidad, y ese pensamiento se convierte en una manía obsesiva, se auto convencen, entonces ya no solo hay que vencer al adversario, no, ademas hay que aniquilarlo, derrotarlo, exterminarlo políticamente, lanzan esta idea hacia la sociedad, pues saben muy bien que delante de la verdad ellos están perdidos, por ello necesitan de la crispación política y de la intolerancia, pues solo a través de ellas pueden fraccionar, dividir a los ciudadanos.
Si a esto le unimos que también el periodo de crisis, la incertidumbre en el trabajo, problemas económicos, problemas de vivienda, todos esos que nos están golpeando día a día y a los cuales no les vemos la solución, nos encontraremos ante una verdadera incógnita, de ella siempre a lo largo de la historia se han aprovechado esos políticos demagogos, falsos patriotas, esas derechas y porque no decirlo también todos aquellos que creen en las dictaduras da igual su signo, a ellos la democracia les viene ancha o estrecha, incluso reniegan de ella en privado, es un mal periodo que deben de asumir para intentar conseguir sus fines.
Cuando frente a la libre opinión y la expresión de la misma, la derecha y sus voceros no confrontan argumentos, y pasan al insulto tan solo demuestran su propia ignorancia, pues a falta de compresión del discurso, del pensamiento tan solo intentan la famosa filosofía de la falange joseantoniana, la dialéctica de los insultos, de puño y las pistolas, y con ello no solo pierden ellos, no, pierde la democracia, perdemos todos, nos quieren robar la confianza que podemos depositar en nuevos dirigentes,intentan por todos los medios arrebatarnos nuestros derechos, volver a la política del miedo, a la implantación del caciquismo, convirtiendo nuestros pueblos en campos de concentración donde ellos serán los cabos de vara, no, no es ese el camino que buscamos los que creemos en la libertad, la igualdad y la solidaridad de todos los los ciudadanos, pero esos otros los que no creen en ella mañana y pasado también,continuaran salmonando su primer y único mandamiento, calumnia que algo queda..

No hay comentarios:

Publicar un comentario