Los hay que aun sabiendo que se encuentran al borde del abismo, no dudan de mantenerse al filo del mismo convencidos de que los suyos no le dejaran precipitarse al vacío, esperando por otro lado burlar la ley, sustituyendo la justicia por las votaciones del pueblo, considerar esos votos como la amnistía, intentando confundir, engañar al pueblo.
Pero puede que al pueblo se le halla caído la venda de los ojos, que cerrados con cera sus oídos a los cantos de sirena han aprendido a distinguir la verdad de la mentira, la demagogia, las escogidas frases, la poses, con las que se presenta ante él, como pedigüeño que mendiga sus favores, pura charlatanería para la clac, y si eso ha ocurrido puede ser que no obtenga el soñado, ambicionado veredicto y su destino sea el fondo del abismo, el suspense esta en saber si caerá solo o irán con el sus protectores amigos.
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