lunes, 14 de marzo de 2011

Rumbo perdido: nuevas estrategias.

Esas nuevas estrategias a las que se refieren los responsables políticosos en cada convocatoria electoral, son el resultado del estudio exhaustivo por parte de los profesionales fenómenos sociales, elaborados en pequeños despachos,lejos, muy lejos de la verdad de la calle, pues no la pisan y los datos los recaban por teléfono para mas inri, con todo y aunque se diga que son el precedente del llamado cambio, mas bien representa un seguidismo total de acaecido en la Europa de los financieros y mercaderes, y lo es puesto que no se varia el rumbo de las medidas sociales y la forma de gobernar, no se rompe con todo aquello que ha llevado a los ciudadanos a desconfiar plenamente de los lideres políticos, fenómeno que salta las fronteras de España, y se proyecta a Europa, donde para vergüenza de los ciudadanos se comprueba que concepto tienen de ética los lideres europeos que fotografían y dan pábulo a los dictadores y satrapas de turno, y como sin colorearse la cara comparten asientos y cenas con imputados por la justicia en diferentes procesos.
Y esa desconfianza no puede ser anulada de la mañana a la noche por muy buen estratega que se ponga al frente de las campañas electorales, eso podría haber funcionado hace nada mas que siete años atrás, cuando aún la crisis como el tsunami japones no nos había golpeado, por eso y pese a los resultados contrarios de las encuestas el PSOE gano las elecciones, pero de allá a acá ha llovido mucho, tanto lo ha sido que ha acabado por ahogar las esperanzas de la clase obrera, que ya andaban por los suelos gracias a los ejemplos de “buen gobierno y concepto de la ética” del PP allá donde lo ostenta.
En consecuencia las próximas elecciones del mes de mayo, se van a convertir se quiera o no en un plebiscito casi definitivo para la recuperación de la confianza perdida ya no en los lideres, no son unas generales, si no lo que es mas importante, la confianza en nuestros alcaldes y nuestros concejales,la confianza en el sistema democrático, la confianza en sus valores, y ello no se puede hacer desde simples lemas electorales, “por el cambio” “otro gobierno es posible” y un centenar de ellos mas, no, esos profesionales de la política han dejado solo un camino, pues los demás se han encargado de cegarlos, y ese camino pasa irremisiblemente por la transformación en profundidad del sistema, de todo él, comenzando por la misma Constitución y siguiendo por las leyes como es la electoral, responsable en cierta forma de parte del problema al discriminar el valor de los votos de los ciudadanos, ciertamente esto representa un terremoto en una administración anquilosada, pero solo derribando el viejo y caduco edificio se puede levantar uno nuevo y que todos los ciudadanos consideremos nuestro.

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