domingo, 13 de febrero de 2011

Humos que matan.

Efectivamente hay humos, materia gaseosa que proviene de la combustión (oxidación) de elementos combustibles, y cuya aspiración por los seres vivos pueden afectar a su salud, a su vida.
Cuando en las viviendas se incinera una varita de incienso, o de otro perfume cualquiera vemos como se desliza el humo, ¿hemos pensado en los componentes de ese oloroso éter?, según algunos estudios varios de sus componentes son cancerígenos, y nadie dice o hace nada para prohibir su uso.
Si hablamos de humos deberemos también de hablar de esos provenientes de los tubos de escape de los vehículos de motor, y por supuesto de las calefacciones que se alimentan de hidrocarburos, incluido los gases como el metano, propano, butano u otros, quien lo iba a decir esos humos que se respira a diario en las grandes ciudades no solo causan molestias, disminuyen la calidad de vida, si no que ademas matan, y lo hacen sin que nadie se percate de ello, muertos por la inhalación de monóxido de carbono procedentes de la mala combustión de un brasero, pero ese monóxido se encuentra en la calle por donde circulamos a diario, cuando se junta en la respiración con los glóbulos rojos de la sangre, los inutiliza, y no pueden recoger el oxigeno, a diario cuantos glóbulos rojos son destruidos por la polución?, al parecer a nadie le preocupa ¿porque?, pero ademas están los óxidos de nitrógeno y de azufre, que afectan a las vías respiratorias y con el agua forman la lluvia ácida, y no olvidemos al ozono, oxigeno puro y duro que aumenta con la presencia de los anteriores y que es responsable de dolores de cabeza y afecciones pulmonares, ¿cuantas muertes pueden producir?, acaso a alguien le preocupa.
Y para mas inri nos encontramos con los metales pesados como el plomo que puede ser la causa de la formación de coágulos sanguíneos, y del plumbismo un envenenamiento altamente peligroso, junto con el pueden aparecer los elementos de la familia de los bencenos todos ellos cancerígenos, todos ellos respirados día si y día también el las grandes ciudades.
Pero también el humo del cigarrillo mata, por supuesto, pero el cigarrillo no es solo tabaco, puede ser que sean mas los aditivos que contiene que el propio tabaco que lo forma, y son esos aditivos los responsables directos de su maléfica acción sobre el organismo, de no ser así puede que aquellos mayas que lo utilizaban de mil formas como planta medicinal se hubiesen extinguido antes de la llegada de los españoles, y ni que decir tiene de los mismos aditivos al tabaco desde el siglo XV, y todos aquellos que lo utilizaron reyes incluidos como remedio para diversos males, y aquí nace la contradicción, lo que debiera de clarificarse ?mata el humo del tabaco o matan los humos procedentes de la combustión de sus aditivos?,
Al final como ocurre en todo pleito, detractores y defensores se enzarzan de discusiones bizantinas, mientras los humos unos y otros siguen matando, no es la solución la prohibición, nunca el prohibir es solución de nada, es mucho mas sencillo, obligar a las empresas tanto energéticas, como automovilísticas como las tabacaleras a eliminar de la combustión todos aquellos gases nocivos para la salud y el medio ambiente, y se puede hacer existen los llamados catalizadores que son capaces de retener todas esas partículas y destruirlas, al menos en porcentajes muy altos, pueden que sean caros, que les rebajen el margen de ganancias a las energéticas y a las automovilísticas, pero todos ganaremos, al igual si se obliga a las tabacaleras a eliminar del proceso todos esos aditivos que son los responsables de los males. Sin olvidar por supuesto que una sustancia medicinal lo es si se toma con moderación, cuando se abusa de ella toda medicina incluidas la maravillosas vitaminas se convierten en un veneno y matan.

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