lunes, 28 de febrero de 2011

Ahorrar, un nuevo parche no la solución.

Si, la propuesta hecha sobre como ahorrar energía es digna y positiva pues puede hacer reflexionar a muchos de que el mundo, sus riquezas no son eternas, al menos no todas, y que se agotan, y con ellas nuestras posibilidades de supervivencia, como especie ya de por si muy comprometida por los nefastos efectos de la explotación de los recursos del planeta.
Pero la solución a ese agotamiento no gusta a esos que con ellos y la especulación consecuente de los mismos engordan como pavos bien cebados, aves de corralito y bolsa, cuyo alimento principal son a lo visto los previsibles y programados conflictos, esos que nos parece aleccionados por agoreros y voceros que son simples revoluciones populares, esas que de cuando en cuando hacen saltar hecho pedazos el sistema económico neo liberal, como en el actual caso de Egipto, Túnez o Libia, como antes lo fueron Kuwait, Irak y Afganistán el gran olvidado, dando la sensación que los suministros peligran, no es que peligren es que se agotan de forma definitiva, y ya no hay reservas la avaricia del algunos inculcada en las masas son los causantes, en definitiva es por ello que las medidas de ahorro que se puedan tomar no son nada mas que un parche mas puesto sobre un viejo y cochambroso neumático que pierde aire a marchas forzadas.
La única y verdadera solución pasa por cambiar de modelo no solo energético si no ademas económico, cambiar las fuentes de obtención de la energía y la propiedad de las mismas, cambiar kilómetros de asfalto por kilómetros de raíles en todo el estado incluidas las grandes ciudades, cambiar gasolina y gasóleo por electricidad en los sectores de transporte urbano e interurbano volviendo a las antiguas formas, en cada población una estación de ferrocarril de viajeros y de mercancías, ir sustituyendo los combustibles fósiles por los alternativos y renovables, como el biodiesel o derivados como los alcoholes y por supuesto su explotación.
Y dado que sin energía no es posible que se cumpla el derecho constitucional a una vida digna, siendo así el estado el garante de la misma, también de él es la obligación de que se cumpla y eso no se puede conseguir sin la intervención del Estado en el sector energético, mas eso es harina de otro costal y a lo visto ni el gobierno, ni el PP desde la oposición están dispuesto a ello

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