La hoy llamada contaminación es aquella otra a la que llamamos polucion, el nombre es lo de menos, el problema es el mismo, y ni se hizo nada para acabar con la primera, ni se hace nada para acabar con la segunda, y todo porque las medidas a tomar en principio pueden dolosas para los votantes, pues aquí al final todo se reduce al numero de votos que se espera obtener o al menos no perder, vamos como lo ocurrido con la ley del tabaco o la Sinde.
Si los políticos pensaran en el bienestar del pueblo y no en la poltrona que ocupan, podrían tomar medidas para atajar el problema:
Prohibición de la circulación de vehículos particulares por los centros históricos de las ciudades.
Reordenación del urbanismo, no estamos en la época medieval, se necesitan de zonas verdes, es decir parques y jardines en todas aquellas barrios que no dispongan de ellos, de forma radial y de tamaño adecuado para la limpieza de la atmósfera, y disfrute de los nanos y mayores.
Potenciación del uso del transporte publico, con una reforma del mismo a fin de adecuarlo a sus fines, garantizando un servicio puntual y de calidad, dándole prioridad de circulación en todas las vías.
Obligatoriedad del uso mancomunado de los vehículos particulares a través de la imposición de un canon especial, cuya cuantía ira en relación al numero de ocupantes, que viajen en en mismo de lunes a viernes.
Sustitución de las calefacciones de gasóleo, por las que se obtienen con energías renovables,
Hay mil y una medida para limpiar la atmósfera, pero claro esta como ya hemos dicho, recalcamos son medidas impopulares, restan votos, y los políticos y sus asesores como dice la canción antes muerta que sencilla, a causa de la polución.
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